Cizaña

27 de junio
Martes XVII

Mt 13, 36-43 Acláranos la parábola dela cizaña

Es la petición de los apóstoles. El que tenga oídos para oír que oiga, el que tenga ojos para ver que vea, vienes a contestar al final de la explicación. Porque mis oídos pueden escuchar los rumores de mi corazón, y oír crecer la cizaña en su interior; y mis ojos pueden distinguirla en mi vida, mezclada con el trigo bueno que tú siembras en mi. En ti sigo esperando la respuesta.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

Un comentario en “Cizaña”

  1. Es fácil creer que somos tierra buena, no reparar en la cizaña que podemos ir formando en nuestro interior. Pido a Dios que me ayude a ir segándole a diario, que me ayude a que la tierra sea buena.

    Gracias Luis por la meditación. Josefa

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