Témporas

5 de octubre
Témporas de acción de gracias y de petición

2 Co 5, 17-21 Todo esto viene de Dios

Puedo preguntarme, en este día de acción de gracias, qué es este todo. ¿Hasta que punto soy consciente en mi vida de lo que procede de Ti, Señor? ¿Mucho, poco, lo que yo juzgo bueno solamente? ¿Cuál es el motivo verdadero para darte gracias? ¿Cuáles son los bienes que proceden de ti? Termino con la oración de cada día: sea lo que sea, te doy las gracias.

Samaritano

4 de octubre
San Francisco de Asís

Lc 10, 25-37 Le vendó las heridas, echándole aceite y vino

Es el gesto del buen samaritano, que nos enseña cómo debemos amar al prójimo. Es el gesto de Francisco de Asís, cuando se acerca al leproso y le besa. Acercarnos a los demás, con afecto entrañable, participar de su ser herido, enfermo, humillado.  Derramar el bálsamo de tu misericordia. Hacerlo desde ti, Señor, y contigo.

Tu don

3 de octubre
Domingo XXVII

2 Tim 1, 6-8.13-14 Reaviva el don de Dios

Reavívame, Señor, el don que me has dado. Auméntame la fe. Sopla en el rescoldo de mis cenizas; haz que de nuevo se inflame el espíritu de energía, amor y buen juicio que pusiste en mi. Que siga tomando parte de los duros trabajos del evangelio, con tu fuerza. Que viva en tu amor, hasta consumirme, y así reavive el don de participar en tu Pascua.

Job IV

2 de octubre
Ángeles Custodios

Jb 42, 1-3.5-6.12-16 Reconozco que lo puedes todo…
…y que ningún plan es irrealizable para ti, yo el que te empeño tus designios con palabras sin sentido; hablé de grandezas que no entendía, de maravillas que superan mi comprensión. Te conocía solo de oídas, ahora te han visto mis ojos.

Y esas misma palabras de Job las pongo ante ti, Señor, desde lo profundo de mi ser. Y en silencio aguardo tu salvación.

Job III

1 de octubre
Santa Teresa de Jesús
Jb 38, 1.12-21; 40, 3-5 Me siento pequeño

Me siento pequeño ante Dios, que me pregunta como a Job si he mandado en mi vida a la mañana o se señalado el puesto de la aurora…si sé por dónde ese va a la casa de la luz, si puedo enseñar a la luz el camino de su casa…Sé que Dios es grande y creador, que yo pequeño ante él. Lo supo Teresita del niño Jesús, y en su pequeñez se hizo amor, y del silencio extrajo la respuesta que no existe.  Se dejó amar y amó.

Job II

30 de septiembre
San Jerónimo

Jb 19, 21-29 Después de que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios

Continúa el lamento de Job, desde el convencimiento, que no lo trae sino la fe, de que “está vivo mi Redentor”. Y de un Dios vivo solo puede brotar la vida, auque haya momentos de espanto y de muerte, de martirio y de desesperación.
Hay una certeza: Dios esté, Dios vive, Dios me llama a la vida eterna.

Arcángeles

29 de septiembre
Santos Arccángeles
Ap 12, 7-12 Por eso estad alegres, cielos, y los que moráis en sus tiendas

Son los ángeles los que tañen para ti, y te alaban, y están proclamando tu gloria. Son los arcángeles los que nos traen mensajes de tu ser en Dios, santo, santo es el Señor. Son los arcángeles los que nos traen el mensaje de tu gloria que irrumpe en nuestra vida, de tu gloria: los arcángeles nos muestran tu fuerza, tu protección, tu salvación encarnada. Con ellos nos alegramos en Ti.

Job I

28 de septiembre
Martes XXVI

Jb 3, 1-3.11-17.20-23 ¿Por qué al salir del vientre materno no morí?

Job te impreca, te lanza a bocajarro todo su dolor, toda la desesperación de su vida: ¿Por qué dio a luz a un desgraciado y vida al que la pasa en amargura, al que ansía la muerte que no llega y escarba buscándola más que un tesoro? Estas preguntas, Señor, son las de tantos seres humanos, hoy. Pongo ante ti, ante tu cruz, sus vidas desesperadas. Se tú presencia en medio de tanto interrogante  ante una vida colmada de absurdo.

Job

27 de septiembre
Lunes XXVI

Jb 1, 6-22 Desnudo salí del vientre de mi madre, desnudo volveré a él

Comienza el libro de Job, libro lleno de sabiduría: el mal, el dolor, el sufrimiento del justo, del hombre religioso, ante ti, Señor. ¿Qué explicación tiene? El misterio mismo del ser humano, de tu cruz, que parte de la constatación más evidente; desnudo nací, desnudo moriré. Desnudo ante ti, Señor. Para ganar la vida que me ofreces.

Hombre de fe

26 de septiembre
Domingo XXVI
1 Tim 6, 11-16 Practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza

Antes de hacer esta exhortación Pablo nos interpela: hombre de Dios. Se supone que si soy un hombre de Dios me deben adornar estas palabras que hoy intento comprender desde el mismo corazón de tu palabra. ¿Qué significan para mí estas cosas? ¿Cómo las vivo? ¿Cuál de ellas elijo en estos momentos, para esta semana que comienza? Vivirlas y practicarlas es combatir el buen combate de la fe. Que así sea.