Vida III

22 de marzo
Martes II cuaresma

Mt 23, 1-12 El primero de vosotros que sea vuestro servidor

Así, Señor, has hecho tú: servirnos hasta dar la vida para que la tengamos en abundancia. Y si tú, a quien llamamos Maestro, te conviertes en servidor…¿cómo es que nosotros, servidores tuyos, queremos ser maestros, doctores, padres, consejeros importantes? Concédenos, Señor, vivir unidos a tu humildad, ocultos en ella, para transformar así nuestro mundo.

Vida II

21 de marzo
Lunes II cuaresma
Lc 6, 36-38 Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo

No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará.
Tu Palabra, Señor, llega hoy y me atrae con la fuerza del abismo, para que me zambulla en Ti, y tu la hagas posible en mi. Hazme así en Ti.

Vida I

20 de marzo
II domingo de cuaresma

Tim 1, 8-10 …según la fuerza de Dios

A esto nos invita tu palabra, a tomar parte en los duros trabajos del Evangelio según la fuerza que tú nos das, que fortalece nuestra debilidad. Tú nos llamas a evangelizar, a hacernos heraldos de la buena noticia, a dar testimonio de ella con nuestra vida…que tiene su origen en ti. No a nosotros, Señor, no a nosotros, si no a tu nombre da la gloria.

San José

19 de marzo
San José

Mt 1, 16.18-21.24 Jacob engendró a José, el esposo de María…

De la cual nació el Cristo. Y así siempre, entre asombrado y desconcertado, aparece José. En un segundo plano imprescindible. Manifestando el amor más allá de lo racional, de lo esperado, de lo establecido. Creando un clima de amor familiar, de respeto a lo inexplicable. José, contigo y con María, Señor; José haciéndote hombre.

Centinela

18 de marzo
Viernes I de cuaresma

Salmo 129 Mi alma aguarda al Señor más que el centinela la aurora

Así me imagino, Señor, como el centinela, después de un anoche de frío y viento, húmeda y desapacible, oscura y amenazadora…noche en vela con el deseo de que amanezca, de que rompa la aurora y con el clarear amanezca un nuevo día. Así  te ansío de noche, Señor, y mi espíritu te aguarda.

Orar II

17 de marzo
Jueves I cuaresma
Mt 7, 7-12 Pedid y se os dará

La petición que hago, Señor, es me concedas aquello que más necesito para amarte, para ser totalmente tuyo, para que tú te hagas en mí y no ceses de darme ti amor y el bálsamo de tu misericordia, que me hablan de tu fidelidad para siempre. Te pido lo que me des, Señor, para tu gloria.

Renuévame

16 de marzo
Miércoles I cuaresma

Salmo 50 Renuévame por dentro con espíritu firme

Esta petición del salmo cincuenta la hago hoy más mía, la lleno de mi deseo, Señor, renuévame por dentro con espíritu firme, en lo más dentro de mí con tu espíritu, que es roca y fortaleza, que me sostiene. Hazme de nuevo, que a pesar de mis años renazca en ti por tu fuerza, Señor, crea en mí un corazón puro.

Orar

15 de marzo
Martes I cuaresma

Mt 6, 7-15 Cuando recéis no uséis muchas palabras

“He aquí lo que has de hacer. Eleva tu corazón al Señor; con un suave movimiento de amor, deseándole por si mismo y no por sus dones. Centra tu atención y deseo en él y deja que sea esta la única preocupación de tu mente y tu corazón. Haz todo lo que esté en tu mano para olvidar todo lo demás, procurando que tus pensamientos y deseos se vean libres de todo afecto a las criaturas del Señor o a sus asuntos tanto en general como en particular». (Nube del no saber)

Señor, enséñame a orar.

Enfermos

Lunes I cuaresma

Mt 25, 31-46 Estuve enfermo y me visitasteis

Nos juzgarás por la misericordia que hemos puesto en las relaciones con los más necesitados, con el prójimo. Con campaña www.40ultimos.org proponemos vivir estos cuarenta días conociendo el estado de salud de los más desfavorecidos, sus dificultades y barreras, sus pequeños o grandes logros, la actuación de los países por mejorar la salud de sus ciudadanos… abordando distintos aspectos del derecho a la salud. Haznos, Señor, solidarios con lo enfermos más necesitados.

No solo de pan

13 de marzo
I domingo cuaresma

Mt 4, 1-11 No solo de pan vive el hombre…

sino de  toda palabra que sale de la boca de Dios. Por eso este primer domingo de cuaresma me acerco a ti, Señor, para que abras tú la boca y sacies de favores a todo viviente. Para que con tu palabra me alimentes, me nutras, me ayudes a vencer la tentación de quedarme encerrado en la red de mis palabras y mis pensamientos. Que tu Palabra se haga vida en mi vida, al igual que hizo María.