Categoría: Meditación diaria

26 de abril
Viernes IV semana

Mt 5, 13-16 Vosotros soy la luz del mundo
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Alumbre tu luz en mí, llene con tu luz las oscuridades que acechan el ser en ti. Somos luz del mundo en la claridad de tu presencia. Somos luz para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte. Somos luz porque tú eres la luz que siembra claridades. Haz a tu Iglesia luz de las gentes. Hazme hoy portador de tu luz en todo momento. Que muestre tu pascua allá donde esté, a aquél con quien me relacione, que desaparezca para filtrarte.

25 de abril
San Marcos, evangelista

Mc 16, 15-20 Id al mundo entero y predicad el evangelio

Hazme viento todo, que esparza por los huertos y los campos tu recuerdo, aspirado, corran tus olores en los lomos de mis vientos hacia el norte, hacia el sur, hacia el este, hacia el oeste, rómpanse los límites de mi piel para esparcir el universo de tu amor, rómpase el frasco de cristal, la vasija de barro, derrámese la fragancia del perfume de nardo, y paza el amado entre las flores. Sin principio ni fin.

24 de abril
Miércoles IV de pascua

Hechos 12, 24-13, 5 Volvieron a ayunar y a orar

Ayunar y orar para abrir el ser a ti. Ayunar y orar para ser más de ti menos de mí. Ayunar para que te constituyas en el verdadero alimento. Orar para que entres a tomar posesión de mi ser, con tu bondad, con tu verdad. Ayunar para desaparecer. Orar para renacer en ti. Ayunar y orar en todo momento, ¿cuándo comenzaré?

23 de abril
Martes IV de pascua

Jn 10, 22-30 Mis ovejas escuchan mi voz

Por tercera vez me preguntas, en el silencio del lecho florido, si escucho tu voz que me dice vuélvete paloma que el ciervo vulnerado por el otero asoma y fresco toma. Tu voz potente, tu voz magnífica, tu voz tierna, tu voz que sosiega mis noches y abre a la claridad de tu luz los sueños que me oprimen, en par de los levantes de la aurora. Tu voz, música callada, soledad sonora, voz que recrea y enamora. Voz que me viste de paz, de felicidad.

22 de abril
Lunes IV de pascua

Jn 10, 1-10 Las ovejas atienden a su voz

Tu aliento se transforma en palabra. Exhalaste tu espíritu y me construiste, no me puedo resistir a tu voz. “Tu voz aquí, a lo lejos, que le da sentido a todo, tu voz que es la música de mi alma, tu voz, sonido del agua, conjuro, encantamiento.” En el principio existía tu palabra. Tu voz es tu luz. “Hágase la luz”. Dejas tu Palabra sobre el sonido de tu luz. Solo en el silencio de la espera puedo escuchar tu voz, pues tu voz es sutil silencio, y en el silencio del cosmos me pronuncias “diciéndome la claridad calladamente”. Tu voz de Buen pastor.

21 de abril
IV domingo de Pascua

Jn 10, 27-30 Mis ovejas escuchan mi voz

Escuchamos tu voz, pastor cercano, que por amores mueres, pastor que caminas con el rebaño, pastor de infinita misericordia y de ternura, pastor con olor a oveja, con olor a carne de humanidad sufriente. Escucho tu voz, que es descanso del pobre, consuelo en los momentos de peligro, verde pradera donde me haces reposar, manantial de fuentes tranquilas. Tu voz de amor entregado, pastor de pastores, Buen Pastor.

20 de abril
Sábado III de Pascua

Jn 6, 60-69 El Espíritu es quien da la vida.

El Espíritu que entró en María y encarnó la vida de los hombres. Tu Espíritu de verdad. La carne no sirve de nada sino para abrirse a tu Espíritu y encarnar tu Palabra. Como María. Acoger tu Palabra. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen. ¿Soy yo acaso, Señor?

19 de abril
Viernes III de Pascua

Hech 9, 1-20 Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor

Cuando tú apareces, Señor, dejas ciegos y mudos del estupor a los que contemplan la claridad de tu presencia, el silencioso estruendo de tu palabra, tu manifestación gloriosa en lo más sencillo, en lo más habitual, en lo que no tiene ningún resplendor sino el resplendor de las galaxias, del cosmos, desde toda la eternidad. Transformas todo y todo queda igual mientras todo varía. De ahí el estupor, la ceguera, la mudez, de quien no acierta a saber lo que ya sabe. En la conversión de Pablo nos llamas a todos a la conversión.

18 de abril
Jueves III de Pascua

Jn 6, 44-51 Yo soy el pan vivo bajado del cielo.

El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo. Así es. Amén.
El día de hoy voy a comerme estas frases, voy a rumiar tu palabra, voy a alimentarme al ir más allá de todo significado para recibir tu vida verdadera.

17 de abril
Miércoles III de Pascua

Jn 6, 35-40 Yo soy el pan de vida
Que vengo a saciar tu hambre y sed de mí en el hambriento. ¿No te das cuenta?