Octava de pascua VI

6 de abril
Sábado de la octava de Pascua

Mc 16, 9-15 Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación

Esto es lo que hago, Señor, en esta semana de Pascua. Y siempre. Proclamar y adorar.

Octava pascua V

5 de abril
Viernes de la octava de pascua

Jn 21, 1-14 Simón Pedro, que estaba desnudo

Después de tanto vivido durante la pasión, las negaciones, las lágrimas, el dolor inmenso de la traición, Simón Pedro está desnudo. Así se muestra. Sin nada, despojado, tal y como es, sin apariencia de nada, sin engaño. Ha oído que eres tú, y se echa al agua, para encontrarse contigo, para amarte, para adorate.

Octava de Pascua IV

4 de abril
Jueves de la octava de pascua

Lc 24, 35-48 Paz a vosotros

Tan necesitados estamos de tu paz, Señor. Paz, paz, paz. Paz y reconciliación. Paz y unión. Paz y perdón. Paz y regeneración. El don de tu paz, hoy, en nuestro mundo. En Gaza, donde nos acostumbramos a tanto horror. En Ucrania. En tantos lugares del mundo. En mi propio corazón. Estoy necesitado de tu paz, Señor, para ser constructor de paz.

Octava de pascua III

3 de abril
Miércoles de la octava de pascua

Lc 24, 13-35 Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo

Siempre me impresiona, Señor, este hecho. Caminas por mis caminos, pero mis ojos no son capaces de reconocerte, de abrirse a tu maravilla en lo cotidiano y sencillo de mi vida, en mis caminos tan habituales. Es el don de la pascua. Que abras mis ojos y caldees mi corazón.

Octava de Pascua II

2 de abril
Martes de la octava de pascua

Jn 20, 11-18 ¡María!

Pronuncias mi nombre. Y me recreas. Porque en este instante te reconozco, y se te vivo, y se que de ti recibo mi propia, vida, y colmas de esperanza la promesa de la fe, y me mueves al amor, a entregarme a ti sin reservas en mis hermanos. No quiero retenerte, ni monopolizarte, pero puedo decir “he visto al Señor, y me ha dicho esto”

Octava de pascua I

1 de abril
Lunes octava de Pascua

Mt 28, 8-15 Alegraos

Resuene, Señor, la invitación a la alegría a lo largo de todo este tiempo de Pascua. Me alegro por tu vida, me alegro por tu vida en mi vida, me alegra saber que siempre estás, aunque yo duerma y me ausente, me alegra saber que me estás ofreciendo cada día el don de tu alegría y de tu paz, tan verdadera.

Al amanecer

31 de marzo
Domingo de Pascua de la resurrección del Señor

Jn 20, 1-9 María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer

Verdaderamente ha resucitado el Señor, ¡aleluya!
Allá voy con ella, enamorada. A buscar tu cuerpo muerto, sin saber que te voy a encontrar vivo en el misterio del más allá hecho carne.