24 de noviembre
Viernes XXXIII
Lc 19, 45-48 Mi casa será casa de oración
Hazme casa tuya, templo habitado por tu Espíritu, hombre de oración. Tú me has consagrado. Porque el templo de Dios es santo y este templo sois vosotros. Hazme vivir de esta verdad tan real.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM
Profanáis los templos
las ciudades
los cuerpos
¿Dónde encontraremos paz?