20 de noviembre
Viernes XXXIII
Lc 19, 45-48 Mi casa es casa de oración…
…y se ha transformado en una cueva de bandidos. Hemos olvidado dirigirnos a ti, dialogar contigo, adorarte, alabarte, bendecirte, pedirte, darte gracias, y nos dedicamos a nuestros propios quereres en intereses. Y tú, Señor, nos miras con ¡tanta misericordia! al tiempo que nos reprochas que hemos convertido tu casa de oración en una cueva de bandidos.
Hoy Jesús nos tira de las orejas a todos los cristianos.
A los que hacemos uso de su templo de forma irrespetuosa, no solo el Templo de ladrillo, sino sus hermanos Templos vivos.¡¡Cuanta razón tiene jesús en su enfado!! Ya que no somos coherentes en nuestras vidas, yo la primera. ¡¡Pido perdón!!
Un saludo .Josefa