19 de septiembre
Sábado XXIV
Salmo 99 El Señor es bueno
Señor, tú eres bueno, tú misericordia es eterna, tu fidelidad por todas las edades. Ayer, hoy y siempre. En mi vida, en mi historia, ahora. Déjame un minuto en silencio para tomar conciencia de ello y cantar para tu gloria el cántico nuevo de mi vida en ti.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Tu bondad Señor ni tiene límites. Siempre nos tiendes tu mano bondadosa y nos ayudas a seguirte por las sendas del bien.
¡Siempre me acojo a tu gran Misericordia!
«Yo soy la vid verdadera y mi Padre el viñador» San Juan 15 (1-8).
Hay momentos cruciales en la vida en los que es fácil recordar cómo las viñas han permanecido muchos días expuestas al frío y el viento y a largas horas de insolación. Hasta que los racimos llegan a la plenitud de su fruto y el viñador los recoge y separa de la cepa.
Y si llega ese instante, para aquel que ha emprendido el regreso a la Casa del Padre, en el que tiene que desprenderse de afectos y vivencias, sólo queda tenderle la mano y ayudarle en su encuentro con Dios y su eterna misericordia.