San José

19 de marzo
San José

2 S 7, 4-5.12-14.17 Yo seré para él un padre, el será para mí un hijo

Reconocerte como Padre Señor. Confiado en tus manos misericordiosas, al arrullo de tu corazón, en confianza amorosa. Como un hijo en brazos de su padre. Como Jesús junto a José, tan atónito y tan entregado al amor. Don de tu paternidad, que nos hace hermanos tuyos. En José la figura del padre, prefigura a todos los padres en el amor. Gracias, Señor.

03.19

Vida

18 de marzo
Jueves IV cuaresma

Jn 5, 31-47 ¡Y no queréis venir a mi para tener vida!

Este es el reproche que nos haces, tan cierto, en la mitad de la cuaresma. No queremos llegar a ti para tener vida, Señor, y vida abundante. Malvivimos de aquí para allá, con vanas ilusiones, con faltas esperanzas, con inconsistencias fútiles.  Desechamos la piedra angular, renunciamos a construir nuestra vida sobre roca. Tozudos, de poca fe, no queremos llegar a ti, realmente,  para tener vida. Nos entretenemos, mientras tanto, sin acabar de cuajar en corazón en ti.

03.18

Venid a la uz

17 de marzo
Miércoles IV cuaresma

Is 49, 8-15  Venid a la luz

Esta es la invitación que por doquier encontramos en la Sagrada Escritura.  Así te diriges a los que todavía caminamos en tinieblas y en sombras de muerte. Venid a la luz de mi pascua, alumbrar vuestra vida con mi resurrección, venid, caminad a la luz de la verdad.  Hoy llega así tu palabra, envuelta de claridad.

03.17

Quedar sano

 

16 de marzo Martes IV cuaresma

Jn 5, 1-3.5-16 ¿Quieres quedar sano?

Es la pregunta que haces, tan directamente, al hombre que lleva treinta y ocho años postrado, junto a la piscina de Betesda.  El, como tantas veces yo, no sabe expresar su anhelo de una forma sencilla y directa. Y te responde con las dificultades: no tengo nadie que me meta en la piscina cuando el agua se agita. Sin embargo tú no escuchas, solo ves el interior del deseo: “levántate, toma tu camilla y echa a andar”. Gracias por el don.

03.16

Gozo y alegría

15 de marzo
Lunes IV cuaresma

Is 65, 17-21 Habrá gozo y alegría perpetua por lo que voy a crear

Esa es tu promesa, Señor, que altera los tiempos, llena el presente de futuro, el ahora de esperanza. Un cielo nuevo y una tierra nueva, sin rastro del pasado. Esa es tu promesa, Señor, que cada día se contrasta con la realidad. ¿Dónde, en qué espacio, situar este cielo nuevo y esta tierra nueva?¿En qué época? Confío en que tu promesa ya se está realizando, en el interior de tantos corazones que transforman la humanidad, que la conducen hacia la realización de tu promesa. Es ya tu don.

03.15

Estás siempre

14 de marzo
IV domingo cuaresma
Lc 15, 11-32 Tú siempre estás conmigo, todo lo mío es tuyo
Son las palabras del padre al hijo mayor, que se lamenta amargamente, lleno de envidia, de celos, por el banquete que le ha dado a su hermano, pródigo, pecador, dilapidador. Acaba de increpar a su padre, se ha indignado con él, se ha negado entrar en su casa, se ha desentendido de su hermano…ese hijo tuyo. Todavía no se ha dado cuenta que siempre estás, que nos das todo, Señor. Qué humano, qué real.

03.14

Publicano

13 de marzo
Sábado III cuaresma

Lc 18, 9-14 Oh Dios, ten misericordia de este pecador

La oración del publicano. Me uno a ella, Señor. Hazme con él; sencillo, humilde, consciente de su fragilidad, de su pequeñez delante de ti. Cercano a ti que t acercas, lejos de ti, pues me alejo. Deseándote. Admirado. Ensimismado. Al final, entre los últimos, pasando desapercibido. Desconocido de todos, conocido por ti.

03.13 

El primer mandamiento

12 de marzo
Viernes III cuaresma

Mc 12, 28-34 ¿Qué mandamiento es el primero de todos?

Escucha, Isarel, el Señor nuestro Dios, es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. El segundo es este: “Amarás  a tu prójimo como a ti mismo” No hay mandamiento mayor que éstos. “En la tónica de esta semana: admirarte, escucharte, cumplir tus andamientos, amar y perdonar al prójimo. Ayúdame, Señor.

03.12

Voz

11 de marzo
Jueves III

Jr 7, 23-28 Escuchad mi voz

Tu voz, Señor, porque dices tu palabra y haces surgir la creación, porque una palabra tuya basta para sanarme, porque tus palabras son espíritu y vida, porque tu tienes palabras de vida eterna. Lo que me pides, Señor, es escuchar tu voz. Reconocerme en ti, que pronuncias mi ser, para amarme.

03.11

Sabiduría e inteligencia

10 de marzo
Miércoles III cuaresma

Dt 4, 1.5-9 Ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia

Son la guía de mis pasos, el camino de luz para mis ojos ciegos, el consuelo de mi corazón, la alegría sincera de mi vida, la fuerza en mi debilidad, la fecundidad de mi ser tuyo, Señor, Dios nuestro, tus mandamientos, tu voluntad. Me dan la vida,  me alimentan, me hacen consciente de tu amor.

03.10