Virgen de Fátima

13 de mayo
Nuestra Señorea de Fátima
Salmo 116 Firme es su misericordia con nosotros

Tu misericordia, Señor, y tu fidelidad duran por siempre, y nos llegan, de generación en generación, a través de las entrañas de María. Tú, rico en misericordia, te haces carne y nos abres el camino de la encarnación. Como maría, llamados a darte en la fe una multitud de hijos, revestidos de tu misericordia, de tu ternura, de tu perdón. Con María, por María, agradecidos.

Pan de vida V

12 de mayo
Jueves III pascua
Jn 6, 44-51 Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo

Esta es la realidad, Señor. Tú el pan de vida que te has hecho carne para salvarnos, para alimentarnos, para darnos la vida. Esta semana pones ante mis ojos esta realidad, eucarística. Y en la eucaristía me hago consciente de tu don, de tu llamada, de la vocación a unirme a ti siendo pan partido para mis hermanos. Que tu gracia me ayude a responderte sin reservas.

 

Pan de vida IV

11 de mayo
Miércoles III pascua

Jn 6, 35-40 El que viene a mí no pasará hambre…

Voy a ti, Señor. Y se que no paso hambre, pues tú me alimentas, me llenas del dulce fruto de tu amor, escancias para mi las delicias de tu corazón, me dejas beber del cáliz de tus delicias. En un mundo con tanta hambre material, con tanta sed de justicia, tú llegas, Señor, y nos anuncias la buena noticia: el que viene a mi no pasará ya hambre, quien cree en mi nunca pasará sed. Así es.

Pan de vida III

10 de mayo
Martes III pascua
San Juan de Avila

Jn 6, 30-35 Yo soy el pan de vida

Tú eres el pan de vida, Señor. Alimentas, nutres, das fuerza, vivificas, llenas, sacias, colmas, satisfaces…a todo el que se acerca a Ti y recibe de ti el pan de vida y el cáliz de salvación. Tú eres el pan de vida, Señor, gracias por alimentarme cada día, por hacerme ser en ti, en tu ser que se dona para que me done a ti.

Pan de vida II

9 de mayo
Lunes III pascua
Jn 6, 22-29 Trabajad por el alimento que perdura para la vida eterna
Cuantos trabajos, cuántos sudores, cuántas preocupaciones, cuántas tensiones, cuantas historias llenan nuestro corazón y embotan nuestra mente y nos separan de ti. Todo sería más fácil si creyéramos, de verdad, que tenemos que trabajar por tu Reino, por el alimento que perdura para la vida eterna. Quizá una buena manera de empezar a plantearlo es preguntarme: ¿cuál es este alimento que no tienen fecha de caducidad?

Pan de vida I

8 de mayo
Domingo III Pascua
Lc 24, 11-35 ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba?

Arde de gozo nuestro corazón, Señor, mientras vas por el camino con nosotros, aunque no te sepamos reconocer, aunque nuestros ojos estén ciegos para verte acompañándonos en todas la vicisitudes de nuestra vida. Arde nuestro corazón, y salta de gozo nuestro ser, y se alegran nuestras entrañas, pues tú estás, nos hablas, nos aclaras la historia de salvación. ¡Quédate junto a nosotros, pues cae la tarde y queremos reconocerte al partir el pan!

 

No temáis

Sábado II de pascua

Jn 6, 16-21 Soy yo, no temáis

¿Cómo temer tu presencia alentadora? ¿Cómo temer tu aparición, que siempre sorprende y admira? ¿Por qué asustarse cuando lo que vienes a traer es la vida y la plenitud de amor que nos ofreces? Y sin embargo, como tantas veces, como desde el tiempo de los apóstoles, duda, temor, confusión…Auméntanos la fe, Señor.

Luz y salvación

6 de mayo
Viernes II de pascua

Salmo 26 El señor es mi luz y mi salvación
El Señor es la defensa de mi vida; eso buscaré, habitar en la casa del Señor, gozar de la dulzura del Señor; espera en el Señor; ten ánimo, espera en el Señor. Son todas frases del salmo 26 que me brindan, Señor, la posibilidad de rumiar una de ellas a lo largo del día, para gozar de la dicha que me ofreces esta pascua.

Vida eterna

5 de mayo
Jueves II de pascua
Jn 3, 31-36 El que cree en el hijo posee la vida eterna

Tu Palabra no cesa de poner ante nuestros ojos, y en nuestro corazón, la vocación que recibimos de ti: poseer la vida en plenitud., Por eso nos llama a acoger, a través del don de la fe, la buena noticia de la pascua: Cristo, has vencido a la muerte por amor. Nos llamas a amar hasta dar la vida. Y cada día de pascua nos lo repites de una manera nueva.

Tanto

4 de mayo
Miércoles II de pascua

Jn 3, 16-21 Tanto amó Dios al mundo

Aquí está la clave de todo, Señor, tu amor. Sin reservas, hasta dar la vida y vida con abundancia. Esto es lo que celebramos en Pascua, que te entregaste por nosotros, que nos llama a entregarnos también nosotros unidos a ti, para dar vida, y darla especialmente en este tiempo de pascua. Que nos acerquemos a los que están abatidos, atribulados o yacen en sombras de muerte. Que en ti les demos nueva vida.