Dichoso II

6 de octubre
San Bruno
Salmo 1 Dichoso el hombre

En nuestra sociedad, Señor, la causa de la dicha, tan efímera, está puesta en lo que hoy es y mañana no: dinero, poder, prestigio, belleza, viajes, consumo, extravagancias. El salmo primero acierta con su  sencillez: dichoso el hombre, la mujer, que ha puesto su confianza en el Señor, que tiene como gozo la ley del Señor. El gozo en el Señor es su fortaleza.

Témporas

5 de octubre
Témporas de petición y acción de gracias
Mat 7, 7-11 Pedid y se os dará

Témporas de petición: saber poner nuestra vida en tus manos, Señor, y pedir que sea lo que sea te demos las gracias. Pedirte que hagas de mí lo que quieras. Aceptarlo todo en Ti. Desear cumplir tu voluntad. Concederte mi vida, ofrecerte lo que soy con todo el amor que soy capaz, porque sé que me amas y necesito darme, sin limitación, sin medida, con una confianza infinita. La oración del beato Carlos de Foucauld me acompaña en estas témporas. Gracias.

Gloria

4 de octubre
Martes XXVII

Gálatas 6, 14-18 Dios me libre de gloriarme…

¿Cómo me voy a gloriar de algo si todo lo he recibido, si todo es don? ¿De qué me puedo gloriar si no es de tu gracia, que vale más que la vida? ¿Cómo puedo ser tan necio de pensar que yo genero algún motivo de gloria…? Y sin embargo así es…¡tan a menudo! Dios me libre de gloriarme si no en la cruz de  nuestro Señor Jesucristo. Que así sea.

Vida

3 de octubre
Lunes XXVII
Lucas 10, 25-37 ¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

La vida eterna, la vida en plenitud, la vida verdadera, la vida en tu presencia, la vida contemplando tu rostro, la vida unido a ti, sin tiempo y espacio, y en ti unido al ser de la vida, a toda la vida, antes de la creación del mundo, hasta la más remota eternidad. ¿Qué tengo que hacer para vivir ya viviendo la vida eterna? Amarte a ti, Señor, con todo el corazón y todo mi ser. Amar al prójimo como a mí mismo.

Confiado

2 de octubre
Domingo XXVII

Filipenses 4, 6-9  Nada os preocupe
Uno lee esta exhortación de Pablo y queda anonadado, pues son muchas las preocupaciones, y uno cree que legítimas la mayoría. “..si no que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras oraciones sean presentadas a Dios”. Nada os preocupe, nada te turbe, dice Teresa, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta. Que avance algo en este camino de paz ofrecida por Ti.

ojos

1 de octubre
Sábado XXVI

Lc 10, 17-24 Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis

Parto de la dicha, Señor, del don tuyo, del regalo que nos das al poder ver con los ojos de la fe, ver la realidad sabiendo que tú la estás engendrando continuamente, que la estás llamando, que nos estás llamando, a la plenitud, a la recapitulación de todas las cosas en ti. Nos das ojos para ver, Señor, desde en Ti en en Ti. Gracias.

Rechazo

30 de septiembre
Sábado XXVI

Lc 10, 13-16 Quien os rechaza, a mí me rechaza

Al leer esta frase recuerdo a todos los cristianos que son perseguidos por causa de su fe, por practicar la caridad, por dar testimonio de la esperanza. En tantos países de nuestro mundo no hay libertad religiosa. En muchos lugares donde hay libertad religiosa los cristianos resultan incómodos para el poder establecido, y son perseguidos, y muchas veces alcanzan la corona del martirio. En nuestras sociedades se quiere reducir el acto de creer a algo personal, sin repercusiones sociales…Se sigue rechazándote, Señor.

 

Angel caído

29 de septiembre
Arcángeles Miguel Gabriel y Rafael

Ap 12, 7-12 a Y al gran dragón lo precipitaron a la tierra

Los arcángeles están contemplando tu luz admirable, Señor, la belleza de tu rostro, tu gloria y majestad. Y tu Luz, Señor, les hace ver la luz y les ilumina. El mal no quiere acercarse a tu luz, que amanece para el justo. Así  en la estatua del ángel caído, en Madrid, el que cae se tapa el rostro, para no ver la aurora, la luz que llega, el sol que nos visita de lo alto y es la salvación. Envuélvenos en tu luz, Señor, luz de luz.

Seguirte

28 de septiembre
Miércoles XXVI

Lc 9, 57-62 Te seguiré a donde vayas

Es mi deseo, Señor, que abro ante ti con sinceridad de corazón. Deseo caminar por tus caminos, deseo seguirte donde quiera que vayas, deseo compartir tu suerte, deseo…son mis deseos sinceros, que sin embrago tan frecuentemente se ven contrastados por mi limitación, mi pecado, mis miedos, mis…todo lo pongo en tus manos, Señor, me desprendo de ellos, para seguirte donde vayas.

 

 

Con nosotros

27 de septiembre
Martes XXVI

Salmo 86 Dios está con nosotros

Llega esta frase del salmo responsorial esta mañana e inmediatamente bisojos, y mi corazón, se agarran a ella para introducirse en la realidad de tu presencia en medio de nuestra realidad, en mi existencia, en la historia que hoy va a desgranarse. Aquí estás tú, Señor, y aquí me estás ofreciendo el ser en tu ser, el vivir en tu vivir por mí. Gracias.