Mi familia

20 de septiembre
Martes XXV

Lc 8, 19-21 Mi madre y mis hermanos son éstos

…los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra. Mi madre y mis hermanos son los que en comunidad comparten conmigo la fe, la rumia de la Palabra, la reflexión,  la vida. Mi familia es mi comunidad cristiana, m i comunidad religiosa, la Iglesia. Compartimos el ser en ti, llamados, convocados, enviados a dar testimonio tuyo en medio de nuestra sociedad. Gracias, Señor.

Grande

19 de septiembre
Lunes XXV

Salmo 125 El Señor ha estado grande con nosotros

Has estado grande con nosotros porque nuestra historia está entramada por los hilos de tu misericordia, de tu salvación. Es verdad que cambias la tiniebla en luz, lo escabroso en llano. Es verdad que me parece soñar cuando me hago consciente de tu paso redentor por mi vida, y la lengua se me llena de cantares, alabando tu nombre.

 

Buscad

18 de septiembre
Domingo XXV

Is 55, 6-9 Buscad al Señor

¿Adónde te escondiste, Amado? Te busco porq2ue me has encontrado y te has dejado encontrar por mi. Te busco porque mis ojos todavía ven borroso el rastro de tu presencia, y a veces te encuentro ausente, aunque sé que estás conmigo, dando consistencia  ami vida. Te busco, Señor, como la cierva busca corrientes de agua, con anhelos de amante. Te busco y al buscarte vive mi corazón.

Desnudos en Ti

16 de septiembre
Viernes XXIV

Timoteo, 6, 2c-12 Sin nada venimos al mundo, sin nada nos iremos de él

Por eso es bueno recordar, Señor, que solo Tú eres nuestro tesoro, que tú nos revistes de tu gloria, que tú nos alimentas con tu amor, que tú nos proteges con tu misericordia, que tu Gracia vale más que la vida. Por eso es bueno recordar, Señor, que no merece atesorar tesoros en la tierra…pues desnudos volveremos a ti Señor.

Junto a Tu cruz

15 de septiembre
Nuestra Señora de los Dolores

Jn 19, 25-27 Mujer, ahí tienes a tu hijo

Dice la Regla de Vida de los religiosos marianistas:
“Como el discípulo amado, acogemos a María como don precioso de Dios.
Impulsados por el amor de Jesús a su Madre, nos entregamos a Ella.
Así, el Espíritu Santo, en cuya acción coopera María con amor de madre,
puede formarnos más plenamente a imagen de su Hijo.”
Que así sea.

Tu cruz

14 de septiembre
La Exaltación de la Santa Cruz

Fil 2, 6-11 Por eso Dios lo levantó sobre todo

Ponerme una vez más delante del misterio de tu Cruz, salvadora, para que me impregne, para que me unas a ella, para que mi vida entre en la dinámica pascual: tomar la condición de esclavo, pasar por uno de tantos, rebajarse hasta someterme a la muerte…y una muerte de cruz.
En la cruz te adoro, Señor.

 

En Tí, consuelo

13 de septiembre
Martes XXIV

Lc 7, 11-17 No llores

Es lo que le dices a la viuda de Naím, que acaba de perder a su único hijo. Hoy sigues invitándonos a seguirte siendo consuelo de las mujeres, y de los hombres, que pierden a sus hijos. Especialmente de las mujeres de Somalia, que ven morir el fruto de su vientre en la cruz del hambre y de la insolidaridad internacional. ¿Cómo hacemos para consolar su pena en tu nombre?

Confío en Ti

12 de septiembre
Dulce Nombre de María

Salmo 27 En el Señor confía mi corazón

María rezaría este salmo muchas veces…y la Palabra se hizo carne en su  existencia. Confió siempre en ti y acogió tu Palabra, que se hizo en ella fuente de vida, fecunda abundancia, salvación para todos. Hoy recordamos su nombre, bendito entre todas las mujeres, como bendito es el fruto de su vientre, Tú, Señor Jesús.

Para Ti

11 de septiembre
Domingo XXIV

Rm 14, 7-9 Si vivimos vivimos para el Señor

Es bueno recordar, Señor, que el domingo es tu día, y que si vivimos vivimos para ti, por ti, en ti. ¿Cómo voy a  vivir este domingo en tu presencia? ¿Cómo te voy a dedicar mi tiempo, mi ser? Quizá puedo repetir, en oración incesante, las palabras del salmo responsorial de hoy: “Bendice alma mía al Señor, y todo mi ser a su santo nombre”.