29 de septiembre
Arcángeles Miguel Gabriel y Rafael
Ap 12, 7-12 a Y al gran dragón lo precipitaron a la tierra
Los arcángeles están contemplando tu luz admirable, Señor, la belleza de tu rostro, tu gloria y majestad. Y tu Luz, Señor, les hace ver la luz y les ilumina. El mal no quiere acercarse a tu luz, que amanece para el justo. Así en la estatua del ángel caído, en Madrid, el que cae se tapa el rostro, para no ver la aurora, la luz que llega, el sol que nos visita de lo alto y es la salvación. Envuélvenos en tu luz, Señor, luz de luz.