Compasión de mí

17 de marzo
Sábado III

Lc 18. 9-14 Oh Dios ten compasión de este pecador.

Es la oración del publicano, que hago mía, que hacemos nuestra. Ponernos con sencillez y humildad ante ti, sin pretensiones, sin exigencias, en silencio, en lo secreto, y volcar en ti mi corazón anhelante, lleno de amor derramado: misericordia Dios mío por tu bondad. Señor Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mi. Y mientras voy respirando voy diciendo, con abandono y confianza, esta oración hasta hacerlas parte de mi ser tuyo.

Solo Tú IV

16 de marzo
Viernes III

Mc 12, 28-34 ¿Qué mandamiento es el primero de todos?

¿Cuándo hablamos de cumplir tu voluntad, de escuchar tu voz y seguir tus mandamientos, de que son nuestra sabiduría  e inteligencia…de qué hablamos? Del amor. Escuchad, el Señor es tu único Señor. Amarás al Señor, tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todo tu ser. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
De esto estamos hablando. Créelo en el santuario de tu ser más profundo, de tu conciencia infinita y abierta a ser para lo que has sido llamado.

Solo Tú III

15 de marzo
Jueves III

Salmo 94 No endurezcáis el corazón

Buen consejo, Señor, en mitad de la semana. Puedo parar un momento y meditar, recordando, que es pasando de nuevo por el corazón, los momentos en que he sido duro en mis juicios, en mis apreciaciones, en relación con los demás. Los momentos en los que he cerrado y no he abierto; los momentos en que he mantenido monólogos en lugar de diálogos; los momentos en los que me he buscado en vez de buscarte o buscar al hermano solo y desamparado.

Inteligencia

14 de marzo
Miércoles III cuaresma

Dt 4, 1-5-9 Ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia

Si a cualquier nos preguntaran cuál es nuestra sabiduría e inteligencia, que es lo que valoramos cómo tal, ¿qué responderíamos? Y sin nos dijeran que la sabiduría e inteligencia es poner por obra los mandatos que Dios quiere que cumplamos para crecer en su amor, y en amor, por tanto, y para alcanzar la plenitud de la felicidad más sustancial, ¿cómo reaccionaríamos? La respuesta y la reacción la pongo en tus manos, Señor.

Solo Tú II

13 de marzo
Martes III cuaresma

Dn 3, 25.34.43 No nos desampares para siempre

Simplemente recoger la oración de Azarías, en medio del fuego, en presencia de a ausencia: “no nos desampares para siempre, no apartes de nosotros tu misericordia…prometiste multiplicar tu descendencia como las estrellas del cielo y sin embargo somos el más pequeño de los pueblos y ahora estamos humillados por toda la tierra…no tenemos nada, Señor”

Y rezo esta oración en nombre de todos los pueblos refugiados del mundo y te pido misericordia para nosotros que no les tenemos en cuenta.

Profeta

12 de marzo
Lunes III cuaresma

Lc 4, 24-30 Ningún profeta es bien mirado en su tierra

¿Dónde están los profetas en nuestra tierra? Ya desde antiguo nos has ido guiando, a través de los profetas, por el camino de salvación. Profetas incómodos, que nos señalan con su vida tu voluntad, que denuncian las injusticias, que claman y reclaman en tu nombre. Profetas que parecen haber desaparecido sobre la faz de la tierra, de tu Iglesia, y que sin embargo siguen estando en medio de nosotros. ¿Qué hacemos para no saber mirarlos?

Solo Tú

11 de marzo
III Domingo de Cuaresma
Ex 20, 1-7 No tendrás otras dioses frente a mí

Porque mal podemos servir a dos señores, pues solo hay un Señor, Tú, Señor Jesús Cristo, que nosotros predicamos crucificado y resucitado. No podemos servirte a ti y al dinero, no podemos servirte a ti y al placer, no podemos servirte a ti y a la prepotencia, no podemos servirte a ti y creernos señores de nuestra vida, todo debe ser utilizado en relación con el principio y fundamento, en tanto en cuanto nos ayude a conseguir el fin para el que hemos sido creados: reconocer que tú eres Dios, amarte y amarte en los más necesitados, el sacramento de tu amor.

Hijo pródigo

10 de marzo
Sábado II cuaresma

Lc 15, 1-3.11-32 Un hombre tenía dos hijos…

Para finalizar la semana, Señor, pones delante de mis ojos, acercas a mi corazón, la parábola del hijo pródigo, del padre misericordioso, de los dos hermanos. Puede ser un momento para identificarme con el hijo y darme cuenta la cantidad de veces que derrocho mi vida sin sustancia, apartado del padre; pero también para ponerme en la óptica de la misericordia del padre; o comprender que el hermano necesita también el reconocimiento por estar siempre,  y no darse cuenta, en su mezquindad, que siempre es amado. Ayúdame a rumiar tu palabra, y confiar en tu abrazo de perdón.

 

Matar al hermano

9 de marzo
Viernes II cuaresma

Gn 37, 3-4.12-13.17-28 ¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano?

Vamos a venderlo a los ismaelitas, se dicen los hermanos de José. Desde hace tantos siglos, desde el inicio, seguimos matando a nuestro hermano, derramando su sangre, envidiando su suerte, su fortuna, su trabajo, su bendición. Y hoy lo hacemos con medios más sofisticados, matando su buen nombre, difamando, presumiendo su culpabilidad antes que defendiendo su inocencia, acudiendo a airear la paja de su ojo antes que comprender la viga en el nuestro. Tú eras nuestro hermano, Señor, y seguimos pidiendo : ¡Crucifícale!

El mendigo

 

8 de marzo
Jueves II cuaresma

Lc 16, 19-31 Un mendigo llamado Lázaro estaba echado en el portal del rico
Con tu Palabra llega el eco del informe presentado por Cáritas hace dos semanas: el 22% de los hogares españoles están por debajo del umbral de la pobreza. Un 23% de la población activa en paro. Un 3’3% de hogares no recibe ningún tipo de ingreso….y tantos datos escalofriantes. Junto a esta noticia en Vida Nueva se señalaba que el obispo de Solsona dona el 25% de su sueldo a Cáritas. El mendigo Lázaro lo tenemos aquí, junto a nosotros. Somos ricos…no nos cerremos a nuestra propia carne, donde tú estás llamándonos a la donación de nuestro ser.