Entrega

3 de abril
Martes Santo
Jn 13, 21-33 Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar

No pregunto, Señor, como Judas, sino te digo con certeza que soy yo el que te entrega cuando me entrego a mí mismo, cuando alimento mi ego y me separo de ti, cuando no soy manso ni humilde de corazón, cuando enmudecido no cierro la boca, cuando no proclamo que el Reino, tu reino de vida, está cerca, cuando no me uno a tu cruz y me entrego para dar vida desde tu fuente. Cuando sabiendo lo que se, recibiendo de tu costado toda la gracia, no se porque te entrego cada día. 

 

Mirad a mi siervo

2 de abril
Lunes Santo

Isaías 42, 1-7 Mirad a mi siervo

Mirarte. Contemplare. Embeberme en la mirada con que tú me miras para entrar en la profundidad desconocida de la admiración. Préstame tus ojos; Señor, para verte sin verte, para gustarte ciego, para escucharte en la suavidad amorosa de tu palabra que me acaricia. Tu gracia en mí tus ojos imprimen. Por eso te miro, siervo sufriente, salvador del mundo, y estremecido te adoro y comparto tu dolor por la humanidad herida.

Domingo de Ramos

1 de abril
Domingo de Ramos de la pasión del Señor

Mc 11, 1-10 ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

Que todo mi ser te alabe. Que mi vida, su ser, su tiempo, su interioridad, su exterioridad, sus certezas, sus dudas, sus gozos y alegrías, sus penas y aflicciones, sus realidades, sus deseos, sus anhelos de amor en ti, sus rechazos de ti, no sean sino una vía para salir al encuentro del Bendito que viene en nombre del Señor, nuestro Dios, que es todo clemencia y misericordia, que en Ti nos ofrece la salvación. En el pórtico de la Semana Santa, alabándote siempre.

Signos

31 de marzo
Sábado V de cuaresma
Jn 11, 45-57 Este hombre hace muchos signos

Este hombre eres tú Señor. Tus signos ponen en peligro la seguridad de los profesionales de la religión, de los escribas y fariseos, de los que no han entrado en una dinámica de relación personal, de amistad amorosa con Dios, sino que, con su mejor intención, pero con  pobreza de espíritu, se quedan en el cumplimiento, en la religiosidad. Y llegas tú con tus signos, tú eres el Signo del Padre, y descolocas, pones en peligro…Por eso tratan de darte muerte. Y te la dan.

 

 

Te amo

30 de marzo
Viernes V de cuaresma
Salmo 17 Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza

Rezar con esta frase y así prepararme a la Semana Santa. Desde el amor acompañarte en el misterio de tu pascua. Contemplar y hacerme en ti pasión viva. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, digo contigo en el camino hacia la cruz.

Sin medida

29 de marzo
Jueves V cuaresma

Gn 17, 3-9 Te haré crecer sin medida

Es el pacto que haces con Abrahán y su descendencia, la alianza que llega hasta nosotros. Me haces crecer sin medida. Y cuando me doy cuénta de cómo estar junto a ti me ha hecho crecer a lo largo de la vida me quedo admirado, y solo me brota del corazón una verdadera acción de gracias. Solo por ti, y en ti, mi vida crece, se hace fecunda, y tiende a la plenitud a la que me llamas. Vida abundante, vida sin medida.

Palabra

28 de marzo
Miércoles V de cuaresma

Jn 8, 31-42 Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos.

Mantenerse en tu palabra…poner en ella mi vida, asentarme en ella, hacer de ella la delicia de mi corazón. Mantenerme en tu Palabra con fidelidad, con perseverancia, con voluntad, con determinada determinación, consciente de mi fragilidad que solo desde tu don, desde tu propia palabra, se transforma en fortaleza. Mantenerme en tu palabra, conocer la verdad y que la verdad me haga libre. Buen programa para rumiar hoy.


Náuseas

27 de marzo
Martes V de cuaresma

Ex 21, 4-9 Nos da náusea este pan sin cuerpo

¿Cómo es posible, Señor, que nos de náusea el don que nos haces, gratuitamente, para mantenernos en vida? ¿Qué obcecación mental existe en nosotros para nos saber ver en el don la bondad que encierra sino la repugnancia que sentimos?  Y así se va devanando la vida, sin reconocerte como Señor y dador de vida, apartándonos de ti, rechazándote por nuestros apetitos insatisfechos.

Anunciación

26 de marzo
La Anunciación del Señor

Lc 1, 26-28 Hágase en mi según tu palabra

Este año la celebración de la Anunciación se retrasa un día, al haber sido ayer domingo, y
Coincide con mi celebración personal del don de la vida. Vida recibida, vida fruto del amor, vida ofrecida, vida anunciada, vida mariana y marianista, vida visitada, vida acogida, vida alegrada. Vida junto a tu Palabra, vida llena de tu don, de tu Espíritu, de tu presencia permanente. Tú Señor, estás conmigo. Hágase en mí según tu Palabra.

Verte

25 de marzo
V domingo de cuaresma

Jn 12, 20-33 Quisiéramos ver a Jesús

Este es el deseo que abre el evangelio de hoy, el deseo que anida en el corazón de tantos hombres y mujeres que quieren verte, que viven en la ceguera de tu presencia, que te buscan sin encontrarte. Ese es mi propio deseo desde el anhelo de saberte presente y ausente, de una manera misteriosa, maravillosamente cercana en tu palaba, en la eucaristía, desde la visión de la fe. Verte, Señor; mirarte desde tus propios ojos. Este es siempre el deseo.