Compasivo y fiel

16 de enero
Miércoles I

Hb 2, 14-18 Compasivo y fiel

Al leer la primera lectura acuden a mí estas dos palabras que te definen, Señor, como mediador y salvador nuestro. Compasivo y fiel, en tu palabra, en tu actuar, en tu mirada, en tus manos, en tu ser amor para nosotros. Compasivo y fiel me invitas a ser, deseando tener los mismos sentimientos que tuviste tú, deseando seguirte en verdad. Dame tu gracia, que ella me basta.

Todo

15 de enero
Martes I

Hb 2, 5-12 Dios, para quien y por quien existe todo

No se puede decir más con menos palabras, Señor. Déjame rumiar esta afirmación que me trasciende, que me abre la misterio de tu presencia, de tu ser origen y fin, de tu estar en todo y sobre todas las cosas, reclamando el amor exclusivo que se extiende, en ti, a todo ser viviente. Totalidad, exclusividad…déjame reposar tu Palabra más allá de mi mente, anidarla en lo más recóndito de mi ser, para que me trasnforme en ti.

El plazo

14 de enero
Lunes I

Mc 1, 14-20 Se ha cumplido el plazo…

Me urges, Señor, se ha cumplido el plazo, está cerca, más cerca imposible, está cerca tu reino. Me urges a convertirme a creed en el evangelio, a ir contigo por los caminos de mi historia, por las veredas del mundo. Invitado, llamado, amado, establecido. ¿A qué espero?

Bautismo de Jesús

13 de enero
El bautismo de Jesús

Lc 3, 15-16.21-22 Tú eres mi hijo, el amado, el predilecto

Me pongo en el corazón de Jesús para escuchar, desde las entrañas de la tierra, esta declaración de amor que haces a la humanidad en la carne de Cristo. “Tú eres mi hijo, el amado, mi predilecto”, y me siendo amado por ti, Padre del amor hermoso. Comprendo, de una manera misteriosa y oculta, que tu amor se derrama incesantemente sobre todos los seres, que tu predilección alcanza a las nubes. Bañado soy por las aguas de tu inmensa misericorida.

Menguar

12 de enero
Sábado después de epifanía

Jn 3, 22-30 El tiene que crecer y yo tengo que menguar.

¡Cuánta verdad! Con la certeza de que es la única posibilidad para que mi alegría esté colmada. Escuchar la voz del esposo que me pide menguar, y menguar. Alegrarme al ir desaparenciendo, para encontrar en ti mi ser de verdad.

Te sacia

11 de enero
Viernes después de Epifanía

Salmo 147 Te sacia con flor de harina

Con flor de harina, con miel silvestre, con el rocío de los campos, con el maná del cielo, con manjares suculentos, con vinos generosos, con trigo y leche de balde, así sacias a los que te aman y pregonan tu nombre, heraldos de tu reino, entre otras Adela de Tranqueleón, fundadora de las religiosas marianistas, cuyo tránsito hacia tu gloria acabamos de celebrar. A todos los que te buscan, aún sin saberlo, ofreces colmarles de bienes, de dicha en abundancia. Gracias.

Mentiroso

10 de enero
Jueves después de Epifanía

I Jn 4, 19-5,4 Es un mentiroso

Si alguno dice: “Amo a Dios” y aborrece a su hermano, es un mentiroso. Pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.
Es tan evidente, Señor, y me cuesta tanto comprenderlo. Consúmeme en tu amor hacia mis hermanos.

Amor en plenitud

9 de enero
Miércoles después de Epifanía

I Jn 4, 11-18 Su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado a plenitud. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él. Tú el amor que nos ofreces para que amemos como tú nos amas, comprendamos que es el amor en plenitud. Amarte, en tu amor amar a todas tus criaturas, y dejarse caer enamorado, hasta perderse y desaparecer en el misterio de tu amor.

Amémonos

8 de enero
Martes después de Epifanía

I Jn 4, 7-11 Amémonos unos a otros

Ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Así tú, Rey del amor, manifiestas el del Padre, al que conoces en verdad. Porque en esto se ha manifestado el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él.
En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo. Gracias, Señor.

Luz de Epifanía

7 de enero
Lunes después de Epifanía

Mt 4,12-17.23-25 Una luz les brilló

La luz ha brillado sobre nosotros, en nuestras tinieblas y oscuridades, a lo lardo de todas estas fiestas. Tu luz, Señor, envuelta a veces en otras luces que distraen, que confunden, que distorsionan tu claridad. Tu luz nos ha alcanzado, se ha puesto ante nuestros ojos, ha iluminado nuestro rostro, nos ofrece la salvación. Tu luz que nos manifiesta que tu Reino está cerca, entre nosotros. ¡Ven, caminemos a la luz del Señor!