Amor XI

6 de febrero
Miércoles IV

Salmo 102 Bendice alma mía al Señor

Bendice alma mía al Señor y todo mi ser a su santo nombre. Con todo mi corazón, con toda mi mente, con todo mi ser. No olvides sus beneficios, tan innumerables, tan incontables, tan graciosos, tan inesperados, tan recordados, tan…Tú sientes ternura por mí, tú sabes que soy barro e infundes tu espíritu para que viva de tu amor. Tu misericordia dura por siempre, desde la salida del sol hasta su ocaso, desde el principio hasta el fin, y pasa de generación en generación. Hoy, Señor, te bendigo con todo mi ser, con toda la fuerza, tan débil, de mi amor. Aún me quedas tú, con tu amor.

Amor X

5 de febrero
Martes IV

Hb 12, 1-4 Fijos los ojos en Jesús

Fijos los ojos del corazón en ti, Señor, que inicias y completas nuestra fe, sin el que nada de mi existiría, sin el que nada de mí permanecerá, sin el que no puedo comprenderme ni aceptarme bendecido en medio de la oscuridad de mi pecado. Fijos los ojos en Ti, Señor, con fe, con esperanza, con amor. Con amor. Mirándote, adorándote, contemplándote en el silencio profundo del amor verdadero. Sólo tú, Señor. Que en ti lo encuentre todo, lo espere todo, y sepa preferirte sobre todas las cosas. Por amor.

Amor IX

4 de febrero
Lunes IV

Mc 5, 1-20 Todos se admiraban

Así termina el evangelio de hoy, tras el milagro que realizas con el endemoniado de Jerasa. Todos se admiran de ti, Señor, todos nos admiramos de ti. De tu verdad, de tu bondad, de tu belleza. De tu palabra, de tu gesto. De tu vivir para el padre. Del poder de tu obrar. De la misericordia que sale de tu boca. Admirado porque mis ojos, vueltos hacia ti, quieren acercarse al misterio que me brindas, quieren embeberse en tu mirada y unirse a ti. Volteen hoy las campanas de mi corazón por el prodigio de tu amor, que me admira.

Amor VIII

3 de febrero
Domingo IV

I Cor 12, 31-13,13 Sin límites

Así es el amor, desde el que tú has amado y continúas amando. Sin límites. Va más allá de todo. Trasciende. Supera cualquier tipo de compresión, de limitación que quiera imponerle el pensamiento o la experiencia. Así es tu amor, Señor, indescriptible, incomprensible, y sin embargo real y actual, al alcance de cualquier corazón que quiera ser alcanzado por la dicha de tu amor. Bendecido, restaurado. Sin límites.

Presentación en el templo

2 de febrero
Presentación de Nuestro Señor

Lc 2, 22-40 Porque mis ojos han visto a mi Salvador.

Salvador que eres luz e iluminas, Salvador que te acercas, salvador que consagras. La vida religiosa, Señor, es fruto de tu amor y tu bondad para con la Iglesia. Religiosos y religiosas te presentamos nuestra vida porque tú te has presentado para nosotros, y nos has llamado, y nos has iluminado, y nos has invitado a consumir nuestra vida en tu amor, con ayunos y oraciones, dando gracias a Dios

Días primeros

1 de febrero
Viernes III

Hb 10, 32-39 Recordad los días primeros

Llenos de luz, llenos de paz, llenos de amor, llenos de ti. Con el corazón inundado, con el rostro resplandeciente, con la mirada embriagada, con el ánimo ardiente, con la vida entregada. Que el recuerdo, Señor, actualice el amor verdadero. Tú paseando por el jardín de mis delicias, en amistad y cercanía. Volver al inicio para acercar el final.

Corazón sincero

31 de enero
Jueves III

Hb 10, 19-25 Acerquémonos con el corazón sincero y lleno de fe

Acerquémonos con el corazón sincero y lleno de fe a tu corazón lleno de amor. Recostemos nuestra cabeza en tu costado, del que manó sangre y agua por nuestra salvación. Pongamos nuestro oído en el latir oculto de tu pecho, donde se alcanza la soledad sonora de tu bendición. Recibamos de ti la sinceridad y la fe para quedarnos, olvidarnos, y entregarnos por amor a los demás, especialmente los más pobres y necesitados.

Sembrador

30 de enero
Miércoles III

Mc 4, 1-20 Salió el sembrador a sembrar

Quiero hacerme consciente, Señor, en este día, de todo lo que has sembrado en mi vida. Continuamente, sin descanso, con misericordia infinita, con amor entrañable, con paciencia, sin desfallecer de las arideces de mi tierra, de las espinas de mi carácter, de la falta de profundidad de mi tierra. Reconocer tu don y reconocer al dador de todo don como fuente de mi abundancia, de la cosecha generosa de trigo maduro que adorna mis campos.

Madre y hermanos

29 de enero
Martes III

Mc 3, 31-35 Estos son mi madre y mis hermanos

Ser en Ti voluntad del padre, ser en ti hermano, hermana, madre, ser en Ti acogida de la Palaba, escucha, atención y puesta en práctica. Hacer entraña, tejido de mi cuerpo, tu buena noticia. Encarnar en mi hacer y obrar cotidiano tus bienaventuranzas, tus llamadas a seguirte por el camino de la paz, de la entrega, del don, especialmente a los más necesitados.

Mediador

28 de enero
Lunes III

Hb 9, 15.24-28 Cristo es mediador

Entre lo humano y lo divino, entre el cielo y la tierra, entre la muerte y la vida, entre la noche y el día, entre lo que no alcanzo y lo que deseo alcanzar, tu misma vida, Cristo. Mediador de justicia y de paz, mediador de solidaridad entre los hombres y las mujeres, artífice de liberación. Me pongo ante ti, Señor, y te pido que me hagas más tuyo, que me hagas desaparecer.