Escucha II

03.08

8 de marzo
Viernes III de cuaresma

Mc 12, 28-34 Escucha, Israel

Con el oído atento, desde ayer de una manera especial, a tu voz. Tu voz me dice: Escucha, El Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. Amarás al prójimo como a ti mismo.

En esto reside la sabiduría, la ley y los profetas. La teología y el derecho canónico se resumen en el amor que tú nos tienes, que nos pides como respuesta, que nos invitas a compartir. Gracias por el don de tu amor.

Escucha

03.07

7 de marzo
Jueves III de cuaresma

Jr 7, 23-28 Escuchad hoy mi voz

Estén mis oídos atentos a tu voz, Señor, esté mi corazón dispuesto a acoger tu Palabra, a hacerla sangre de mi sangre, vida de mi vida, voluntad de actuación. Todo mi ser abierto a tu rocío, todos mis poros receptivos, todas mis capacidades resueltas a acogerte, a ser penetrado por la espada de doble filo que es tu Palabra. Que escuche hoy tu voz, que no endurezca mi corazón. Tu voz que se manifiesta como el ser que es la vida verdadera, la vida en plenitud, la vida que da la vida a todo viviente. Tú eres el Señor, Dios mío, el único Dios. Te amaré.

Tan grande, tan cerca

03.06

6 de marzo
Miércoles III de cuaresma

Dt 4, 1.5-9 ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca?

Somos el más pequeño de los pueblos, al mismo tiempo la nación más grande, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, porque tú sostienes nuestra causa, porque en mi pobreza y en mi fragilidad se manifiesta tu grandeza, porque en la debilidad me haces fuerte. Y me hace fuerte tu cercanía, tu ser humano, tu caminar por la historia ofreciéndome la liberación en mi propia historia, la salvación de mi realidad. Bendita tu encarnación, Señor, por la que te has hecho Dios cercano, Dios con nosotros, Príncipe de la paz.

Pobres

03.05

5 de marzo
Martes III

Dn 3,25.34-43 En este momento somos el más pequeño de todos los pueblos

En este momento, Señor, somos pequeños y pobres, estamos confinados en los límites de nuestro desamparo, de nuestra fragilidad, de nuestra limitación. En estos momentos no tenemos ni jefes, ni príncipes, ni profetas; en estos momentos no tenemos nada de nada, y la pobreza nos oprime, la debilidad nos marea, la inconsistencia nos absorbe en el remolino de la desaparición. En estos momentos, en tantos momentos, no tenemos nada sino el todo de la confianza puesta en Ti. Trátanos según tu piedad, según tu gran misericordia.

Ciervo enamorado

4 de marzo
Lunes III cuaresma

Salmo 41 Como busca la cierva corrientes de agua

Ciervo enamorado, cierva sedienta de ti, cierva que aspira por montes y collados buscando el rostro escondido del amado, ciervo alcanzado, ciervo herido, cierva sedienta de ti, Señor, movido por el deseo de tu agua viva, de la fuente que mana y corre, sedienta de vida, sedienta de tu rostro hallado, sedienta de tu luz y tu verdad, sedienta de guía, sedienta de alcanzar la cueva de mi amado, en púrpura tendido, de esmaltes engarzado, cueva donde gustar de tu interior bodega, donde beber y saciar mi sed de ser en Ti. Y solo en Ti.

03.04

Terreno sagrado

3 de marzo
III domingo de cuaresma

Ex 3, 1-8.13-15 Quítate las sandalias porque el sitio que pisas es terreno sagrado

El terreno que piso eres tú, Señor, porque te manifiestas en la tierra, en la soledad y el silencio del desierto, en la realidad que me circunda, en la zarza que arde sin consumirse, en la opresión que sufre el pueblo y que llega hasta tus oídos como un clamor inaudito que suscita la indignación. Tú eres, Señor, el Dios del cielo y tierra, el Dios libertador, el Dios sale e mi encuentro, el Dios que me envía, el Dios que me libera, el Dios de la vida, el más puro don. Descálzame para postrarme ante ti, Señor y Redentor.

03.03

Tus besos

2 de marzo
Sábado II semana

Lc 15, 1-3.11-32 Se le echó al cuello y se puso a besarlo

Así es tu perdón, desbordante. Te echas a mi cuello, me abrazas desde tus entrañas de misericordia que conmueven mis entrañas. Tu cuerpo me acoge, se vuelca en mí, caldea mis fríos, llena de vida mis muertes. Me besas, me arrasas en tu bondad de padre, de Dios amoroso. Me vistes de luz, me transfiguras, me alcanzas, me derribas, me derrotas. Gracias, Señor, porque echas a correr hacia mí, te echas a mi cuello y te pones a besarme con los besos de tu boca, pronunciando mi salvación.

03.02

Matar al hermano

1 de marzo
Viernes II semana

Gn 37, 3-4.12-13.17-28 Vamos a matarlo

Matar al hermano, matar al soñador, matar al que es diferente, matar al que tengo envidia, matar al amado, matar al que no alcanzo, matar al que me molesta, matar, mar, matar. Esta es la espiral de violencia en la que se ve envuelta la humanidad, en la que me veo envuelto cada vez que arranco algo de vida de mis semejantes. Solo en Ti, que fuiste asesinado por tus hermanos, los hombres, nosotros, solo por tu sangre derramada, puedo encontrar capacidad de transformarme en instrumento de tu paz.

03.01

Epulón

28 de febrero
Jueves II de cuaresma

Lc 16, 19-51 Había un hombre que se vestía de púrpura y lino

Ese soy yo. Esa es la humanidad engordada en la injusticia social: banqueteando en la abundancia, espléndidamente, cada día. Con miles de productos muy dispensables al alcance de la mano, y del bolsillo, en las estanterías de los supermercados. De esos mismos supermercados donde, de noche, van a revolver basura los lázaros de nuestra sociedad. Ya que tengo riquezas, señor, hazme rico en misericordia y compasión, ábreme a mi propia carne humana en el necesitado.

02.28

Dios

27 de febrero
Miércoles II de cuaresma

Salmo 30 Tú eres mi Dios

Así es. Tú eres mi Dios. Solo procedo de ti. Solo voy a ti. Solo tú Señor, eres el lote de mi heredad y mi copa. Mi suerte está en tu mano. Mi corazón es una acequia en tus manos, me conduces, me cobijas, mi fortaleza, mi escudo, mi refugio, mi consuelo, mi creador, mi salvador. Me quedo en silencio, suspendido, ante tanta verdad: tú eres mi Dios y Señor.

02.27