14 de octubre
Lunes XXVIII
Rm 1, 1-7 Llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el evangelio
Llamado, escogido. Por ti. Para ser apóstol tuyo. Para anunciar el evangelio. Para anunciar la buena noticia de tu salvación. Para proclamar tu amor y tu misericordia, sin reservas, a todos los hombres y mujeres necesitados de una palabra de aliento, de consuelo, de sanación. Apóstol tuyo que vive crucificado en ti y contigo, entregado a ti, que me has llamado, que me has escogido portentosamente. Me has destinado para que en ti de fruto, y fruto abundante. Gracias.
Ser en ti
por ti
para ti.
Ser viento, desierto,
espina de cactus,
abrazo, compañero,
sendero de otoño
soledad compartida
en el silencio.
Estar contigo
en la oscura claridad
de tu ansia.
Sin darte consuelo
grito junto a ti.
Es una gran responsabilidad que tenemos los cristianos, todos estamos llamados a ser apóstoles, anunciando con nuestras vidas el evangelio.
Siento que debo de llenarme de tú Palabra, ser transparente, dar testimonio de tu acción en mi vida.
El día a día te da muchas ocasiones para ser consecuente.¡¡Cuento con tú ayuda Señor!!
Confía en él y verás el mundo poblado de señales luminosas