9 de febrero
Mc 6, 30-34 Vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor.
Así es tu amor: compasivo y misericordioso. Así me invitas amarte, sin reservas, en la muchedumbre pobre de ti, marginada, hambrienta y sedienta, explotada y deprimida. Que mi vida, entregada en tu servicio, se comprometa al servicio de mis hermanos, y en los más pobres vea la llamada de tu amor a dar mi vida sin reservas por ti y por tu evangelio.
Señor de la paz y el amor, acompáñanos, bendícenos y protégenos
Llévanos de tu mano y míranos con misericordia
No nos abandones
Siéntate con nosotros, inclina tu oido y haz brotar palabras que anuncien la vida eterna