1 de diciembre
Martes I de adviento
Isaías 11, 1-11 Brotará un renuevo del tronco de Jesé
Siempre esta lectura de Isaías XI trae a mi recuerdo el sabor de una experiencia de fe, de un lugar que surgió de la nada en la sierra de Madrid, de un pozo, de un jardín, de unos árboles, del riego, de la laguna, de los patos, de la Montaña, de amaneceres y anocheceres, de encuentros, de tu presencia singular, Señor, de la oración, de la comunidad, de la acogida, de la disponibilidad. El lugar se llama Isaías XI. Encontraba tu Espíritu posado ahí, por ahí te encontraba como muchacho que pastorea al león junto al cabrito. Aunque ya no voy, me sigues encontrando, pues de esa raíz ha florecido un vástago: ¡ven, Señor Jesús!
¡Ven Señor Jesús!! En todos los momentos de nuestra vida.
Recordando con cariño el lugar de tú meditación, allí todo habla del Altísimo.
Llegará un día en que solo veré tus ojos