19 de octubre
Lunes XXIX
Lc 12, 13-21 Necio, esta noche te van a exigir la vida, lo que has acumulado, ¿de quién será?
Pregunta que me debería acompañar todos los días, desde el clarear de la aurora hasta el ocaso. Tanto que acumulo, que guardo, que protejo, que escondo, ¿qué añade a la vida verdadera? Tanta ansiedad, tanta angustia, tanto ego…¿dónde quedará cuando haya muerto? En tus manos, Señor, están mis afanes. Mi suerte está en tus manos.
El acumulas bienes materiales, no añade nada a la vida verdadera, pero el acumular bienes espirituales creo que sí. Estoy convencida que no me llevo nada material, sólo el bien que realice en mi vida y el amor dado sin esperar nada a cambio.