20 de octubre
Martes XXIX
Lc 12, 35-38 para abrirle apenas venga y llame
Ven, Señor, Jesús. Llama a mi puerta en cualquier momento…pero solo si me has mantenido tú, pues yo nada puedo, vigilante, atento a tu venida, en vela. Todo mi ser hecho espera paciente, confiada, eterna….espera que tú, en algún momento de mi vida, tonarás en dicha gozosa. En tus manos.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Que mis manos estén llenas y mi corazón contento.
Señor Jesús, ayúdame a vivir siempre preparada y vigilante a recibirte en tú venida.
Si amarte yo pudiera
tal como tú me amas
No haría falta un noche en vela
ni fuego en las entrañas