6 de septiembre
Martes XXIII
Col 2, 6-15 Rebosad de agradecimiento
Darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, por tu presencia, por tu bondad, por tu fidelidad, porque me mantienes enraizado en ti, porque me sostienes, porque me perdonas, porque me unes a ti desde lo más íntimo de tu amor que supera todo lo que imagino, porque me llamas a la plenitud, a la santidad. También hoy.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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