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20 de febrero
Sábado después de ceniza

Is 58, 9-14 Cuando alejes de ti la opresión, cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía. El Señor te guiará siempre, hartará tu alma en tierra abrasada, dará vigor a tus huesos. Serás un huerto bien regado, un manantial de aguas que no engañan.

Ayúdame Señor, pues sin ti nada puedo.