Tu carne

19 de febrero
Viernes después de ceniza

Is 58, 1-9 Y no desentenderte de tu propia carne

Este es el ayuno que tú quieres, Señor, el ayuno de la misericordia. Que no me desentienda de mi propia carne, del que está hambriento o sediento, desnudo, enfermo o en la cárcel, de inmigrante, del oprimido. Que comprenda que soy carne en la carne de la humanidad herida.