26 de diciembre
San Esteban
Salmo 30 Se la roca de mi refugio
En la gruta de Belén, donde te adoro en silencio, encuentro mi refugio, el baluarte donde me salvo. Tú eres mi roca y mi baluarte, Dios de mi salvación. A tus manos encomiendo mi espíritu, tú el Dios leal me librarás. Tu misericordia es mi gozo y mi alegría.