20 de diciembre
IV domingo de adviento
Lc 1, 26 Alégrate, María, llena de gracia
No me canso de escucharte Señor: alégrate, lleno de gracia, el Señor está contigo. Y cada vez que te escucho, en el misterio del ser más profundo, algo se asienta más en ti, sin que yo sepa bien cómo. Alégrate, alégrate, alégrate. Lleno de gracia, lleno de gracia, lleno de gracia. Estoy contigo. Estoy contigo. Estoy contigo. Siempre y en cualquier circunstancia.