10 de julio
Viernes XIV
Os 14, 2-10 Seré para Israel como el rocío, florecerá como el lirio
Tú mi rocío mañanero, que refresca mi piel tras la noche, que deja el paso de tu poso transparente, el recuerdo vivo de tu noche ya amanecida, tú la flor que despliega su belleza escondida y todo para mí, para embellecerme…tú, Señor y dador de vida.