Seducida

6 de julio
Lunes XIV

Os 2, 26 Por eso miren, voy a seducirla, la llevaré al desierto y le hablaré al corazón

Cuando traducen tu palabra, Señor, y le quitan toda carga de sensualidad, de ternura o desgarro amoroso, queda uno despojado de la poesía y de la belleza. Y el lenguaje que me has dicho, hablándome al corazón, desde hace tantos años, se vuelve literal. Así son las traducciones litúrgicas, misales y leccionarios, con los que quieren que nos hables a ¿la razón? Hoy en vez de seducirme, me persuades….y claro, prefiero ser seducido que persuadido por ti.