5 de julio
XIV domingo
Rm, 8.9.11-13 El Espíritu habita en vosotros
Así es, está dentro de mí, de ti, encarnado en lo más entrañable de la propia carne, sin espacio, sin lugar, en tu ser, sin saber cómo, pero está. Y allí, en el más puro centro, te vivifica, te sostiene, te mueve, te alcanza, te llena de plenitud. Es siempre don de vida.