tu corazón

18 de marzo
Miércoles III

Dt 4,1.5-9 Guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas.

Bien me guardas tú, pues sin ti, ¿de qué soy capaz? Por eso tú me guardas de olvidar las maravillas que haces en mí, cada día. Día tras día te bendeciré, y alzaré las manos invocándote. Cantaré eternamente las misericordias del Señor. Bendice alma mía al Señor y no olvides sus beneficios.