Tu deseo

24 de diciembre

IISam 7, 1-5.8-12.14.16 Ve y has lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo

Pongo mis deseos junto a ti, Señor, que me habitas. Pongo el deseo de desaparecer para estar contigo. De ir más alá de mi mismo. De adorarte. Y la verdad es que no se bien como hacerlo. Llévame tú hasta Belén.

Misericordia

23 de diciembre

Lc 1, 57-66 El Señor le había hecho una gran misericordia

Basta contemplar tu paso por nuestra vida para comprobar que nos has hecho una gran misericordia. Cada día. Danos ojos para ver, oídos para escuchar, y un corazón abierto para comprender cómo tú te derramas en nuestra vida, y la llenas, en todo momento, de misericordia. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

Encinta

22 de diciembre
IV domingo de adviento

Is 7, 10-14 Mirad, la virgen está encinta

Señor, tu madre. En ti, contigo. Preñada de tu luz. Tu amor en sus entrañas. Signo que nos das para acercarnos a la salvación que nos ofreces. Tú, en tu madre, Dios con nosotros. Emmanuel.

LLena

21 de diciembre

Lc 1, 39-45 Se llenó Isabel del Espíritu Santo

Riegas la tierra en sequía, sanas el corazón enfermo, lavas las manchas, infundes calor de vida en el hielo, domas el espíritu indómito, guías al que tuerce el sendero. Repartes tus siete dones según la fe de tus siervos. Haces germinar el vientre estéril que salta de gozo cuando te aproximas, ya vienes, ya estás cerca, tú eres nuestro salvador.

Llena de gracia

20 de diciembre

Lc 1, 26-38 Llena de gracia

Tu gracia, Señor se derrama en toda la creación, alcanza las nubes de las más altas cordilleras, las aguas oscuras de los abismos insondables, a todas las criaturas, a todos los seres, queda el universo revestido de tu belleza y majestad desde el vientre de María en el misterio de la encarnación. Todo en ti inmaculado y santo.

mudo

19 de diciembre

Lc 1, 5-25 Te quedarás mudo, sin poder hablar

Mudo, sin yo, para poder cantar tus alabanzas, para que el sol que nace de lo alto caliente a todos los que viven en tinieblas y sombras de muerte, para que llegue hasta el confín de la tierra tu gran misericordia.

Generación

18 de diciembre

Mt 1, 18-24 La generación de Jesucristo fue de esta manera

Eres anterior a todo y todo se mantiene en ti, Señor. Eres el principio, el primogénito entre los muertos, y así eres el primero entre todos. Todo fue creado en ti y para ti. Porque en ti quiso Dios que residiera toda la plenitud.

Llegarás

16 de diciembre
Lunes III de adviento

Nm 24, 2-7.15-17 Lo veo pero no es ahora

Así te manifiestas, abierto y claro como la luz del día, en esta hora en que todo parece dispuesto a tu venida. Alientas los cielos con el rocío de tu aurora, y llenas de estrellas el resplandor de la noche. Silencioso y eterno, tu don todo lo alcanzas y renuevas la faz de la tierra.

En flor

15 de diciembre
III domingo de adviento

Is 35,1-6ª.10 Florecerá como flor de narciso

Así florece el narciso, Señor, en tus manos, sin saber que es tuyo, sin saber que es narciso, sin saber nada, simplemente siendo, y por ello el desierto y el yermo se regocijan se alegra la estepa y florece, germina y florece como flor de narciso que no sabe que florece, y en el universo entero, por una sola flor, se festeja con gozo y cantos de júbilo. Tu gloria se acerca, desapercibida, vienes en persona y nos salvarás.