4 de mayo
Sábado II de pascua
Jn 6, 16-21 Soy yo, no temáis
Ni la noche cerrada, ni lo oculto del mar, ni la travesía incierta, ni el viento fuerte, ni el lago encrespado, ni tu presencia caminando sobre las aguas…nada ni nadie me hará temer porque tú estás conmigo, tu vara y tu cayado me sostienen, me sosiegan, defensor en el peligro, en el aprieto me das anchura, mi roca, mi fortaleza, mi baluarte, mi salvación.