27 de marzo
Miércoles III cuaresma
Dt 4, 1-5-9 Mirad
Centra mi mirada en tu rostro, Señor, que viva para cumplir tu voluntad. Mira que pongo mi corazón en el tuyo, entregado, rendido, una vez más, enamorado. Hazme solo tuyo, radicalmente tuyo, perdido en tu costado, unido a tu cuerpo, en ti fundido. Miro tus ojos
en tu pupila de amor anido. Dame el mirarte con tus ojos, y olvidarme de todo en ti.