al alba

27 de febrero
Miércoles VII

Ecl 4, 11-19 Los que madrugan por ella se llenarán de gozo

mi alma se consume y anhela los atrios de nuestro Dios. Mi corazón y mi carne retozan, y madrugan, por el dios vivo. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria, tu paso sigiloso en mi vida.