14 de diciembre
San Juan de la Cruz
Is 48,17-19 Yo el Señor te instruyo por tu bien
A tu sabor reposo. Me entras donde no supe, y me dejas no sabiendo, toda ciencia trascendiendo. Aturdido y pleno. Reseco y bendecido. Herido en la flor. El rostro reclinado, sobre los dulces brazos del amado. Diréis que me he perdido, que andando enamorado, me hice perdidizo y fui ganado. ¡Apártalos, Amado, que voy de vuelo!