10 de noviembre
Sábado XXXI
Lc 16, 9-15 No podéis servir a Dios y al dinero
Hazme, Señor, pobre, austero, sencillo, administrador de las múltiples riquezas que me regalas, de las galas con que me engalanas. Hazme crecer cada día en desprendimiento, en solidaridad con los más necesitados, dando lo mejor de mí mismo para el bien común. Convierte mi corazón, tan egoísta y apegado a lo que no es.va