Orza y alcuza

12 de junio
Martes X

I Re 17, 7-16 No me queda pan cocido

Tan solo me queda un puñado de harina en la orza y un poco de aceite en la alcuza. Pero respondo a tu petición, lo comparto contigo, y luego quedo en manos de Dios. Este ejemplo de hoy, de la viuda de sarepta, que pones ante mis ojos, contrasta con mi egoísmo, con el individualismo, con el no hacernos responsables del hambre del mundo, de la indigencia, de los descartados. Encerrado en mi propia carne, me olvido del prójimo. Hazme crecer, Señor, en justicia social.