7 de junio
Jueves IX
II Tim 2,8-15 Acuérdate de Jesucristo
Que tu nombre no se caiga de mis labios, de mis dientes, de mi paladar de mi garganta, de mis pulmones, de mis venas, de mi corazón. Que recite tu nombre día y noche, estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado. Que tu persona, tan amada, sea para mi vida y amor, fuente de salvación, Que nada espere sino a ti. Que en ti lo encuentre todo, y sepa preferirte sobre todas las cosas. Excelente deseo que pones en mí. Realízalo, por tu misericordia.