Joven rico

27 de febrero
Lunes VIII

Mc 10, 17-27 Una cosa de falta

Una cosa te falta para heredar la vida eterna, me dices, joven rico que acudo a preguntarte. Al inicio de mi vocación a la vida religiosa te pregunté y me respondiste, una cosa te falta, anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme. Hoy, más de treinta y cinco años después, me lo sigues diciendo.

Dios dinero

26 de febrero
VIII Domingo

Mt 6, 24-34 No podéis servir a Dios y al dinero

Queda claro, o lo uno o lo otro. Y me llamas a servirte a ti, a ser administrador de tus misterios, en la pobreza de la cruz. Mi vida tan rica,  tan relacionada con el dinero…la pregunta continua, ¿cómo te sirvo? Líbrame de la tentación del tener, del aferrar, de la apariencia, del consumo…hazme sobrio, austero, libre para Ti.

Vanitas

23 de febrero
Jueves VII

Ecl 5, 1-10 No confíes en tu riquezas ni digas, soy poderoso

Inocente de ti, cuando mueras, de qué te servirá el poder, el honor y la gloria, vana en este mundo: pierdes el tiempo y malgastas la vida mirándote al espejo. Por eso te consume la ansiedad y estás lleno de enfermedades imaginarias. Porque eres infeliz y pones lo que es en lo que no es. Pierdes el tiempo, y la vida se escapa de tus manos enjoyadas con la sangre de los inocentes. ¿es esto lo que dices, Señor?

Todas mis fuentes están en ti

22 de febrero
Miércoles VII

salmo 22 Me conduce hacia fuentes tranquilas

Y luego a las subidas cavernas de la piedra nos iremos que están bien escondidas, y allí nos entraremos, y el mosto de granadas gustaremos. Allí me mostrarías aquello que mi alma pretendía, y luego me darías allí tú, vida mía, aquello que me diste el otro día. El aspirar el aire, el canto de la dulce filomena, el soto y su donaire en la noche serena, con llama que consume y no da pena.

Amadlo

21 de febrero
Martes VII

Ecl 2, 1-13 Amadlo, y él iluminará vuestros corazones

Canta el ruiseñor y todo se transforma en una melodía de amor, que alcanza a las nubes, que destroza las altas cordilleras, que hace surgir del océano mundos naufragados. canta el ruiseñor el canto de tu amor, y me mueve a amarte en todas tus criaturas, noche y día, cielo y tierra, sol y estrellas, animales, pájaros, reptiles y fieras domésticas, selvas henchidas y desiertos tártaros de la existencia…en todo amarte, en todo se iluminado por tu amor.

Aún me quedas tú

20 de febrero
Lunes VII

Ecl 1, 1-10 La arena de la playa, las gotas de la lluvia, los días de los siglos, ¿quién los contará?

Nadie. Nada. Plenitud infinita. Inmensidad inmensa. Sólo tú en el abismo de la existencia, sosteniendo lo que no se sostiene. Solo tú, Señor, creador y dador de vida. Solo tú en nuestro mundo de luces oscilantes, de wasap vertiginosos, de prisas indecentes. Solo tú, contando una a una las gotas del mar, el pespunte de las olas, la espuma del viento, la caricia del horizonte que nunca llegue y siempre termina.

Me habitas

19 de febrero
VII domingo

I Cor 3, 16-23 El espíritu del Señor habita en vosotros

Habitado. Me haces templo tuyo, te encarnas en mi vida, me das tu luz, tu fuerza, tu sabiduría….me recuerdas que la sabiduría de este mundo es necedad para Ti Me llamas a ser santo como tú eres santo. Entre tanto, quedo en silencio, habitadopor tu presencia, dulce huésped de mi vida.