6 de noviembre
Domingo XXXII
Salmo 16 Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor
Me despiertas cada día para ti , Señor, para tu gloria y tu alabanza, para ser en tu ser buena noticia, alegría de salvación. Despertar cada día para tu vida y despertar en mi muerte para la vida que tú me ofreces en la eternidad. Tú me sacias, me dices, Señor. Tu semblante, Señor, es luz que me ilumina cada día. Casi prefiero decir, al despertar me saciarás de tu semblante, Señor.