28 de enero
Jueves III
II Sam 7, 18-19.24-29 Para que esté siempre en tu presencia
Dígnate bendecirme, Señor, para que esté siempre en tu presencia. Es la petición de David, que hago mía en este momento. Ahora mismo me se bendecido por ti, Señor, lleno de tu gracia, colmado de tus dones. Por eso, Señor, para estar siempre en tu presencia te pido Señor, Señor, que me tengas de tu mano, que no me dejes, por tu misericordia, Señor.