13 de abril
Lunes II de Pascua
Jn 3, 1-8 Tenéis que nacer de nuevo.
Tú derramas sobre nosotros un agua pura, que nos incorpora a tu muerte y nos purifica. Tú me das un corazón de carne, me infundes tu espíritu para que camine según tus preceptos y viva en tu vida resucitada. Tu Espíritu me da la vida. Eres viento que sopla donde quiere y como quiere, tú el silbo de los aires amororosos.