Abandonado

21 de marzo
Sábado IV de cuaresma

Jr 11,18-20 A ti he encomendado mi causa

Así es. Así , Señor, la realidad de mi vida. Entregado a ti. Ofrecido. Abandonado. En un no entenderme ni entender, en un no saber sabiendo, en una tiniebla que solo en lo más denso de la oscuridad se hace luz inaudita, en el lamento perpetuo, en la no aceptación, en la rebelión silenciosa, en el desconcierto, en la falta de perspectiva, en la fragilidad, en la debilidad, en todo momento, Señor, se que mi suerte está en tu manos, donde descansan mis azares. Hazme sencillo, humilde, perdido en ti, abandonado. Arráncame el interrogante y déjame sin respuesta. Sea lo que sea, te doy las gracias.
03.21