Parábola

7 de marzo
Sábado II de cuaresma

Lc 15, 11-32 Un hombre tenía dos hijos

Tú eres el Padre, y en ti me haces padre. Yo soy el hijo pródigo que te pide la parte de la herencia y vive perdidamente. Soy el habitante de aquél país, compadecido ante la indigencia. Soy el que se pone en camino para pedirte perdón. Soy tu abrazo que me hace ser quien soy, hijo tuyo. Soy la fiesta, el banquete, el ternero cebado, la vida recobrada. Soy el hermano mayor, indignado, que no sabe que cada día tú estás conmigo y me haces ser. Soy todos en ti y nada de nada sin ti, sin tu Palabra. Por tu misericordia, dame vida.

03.07