27 de diciembre
San Juan, apóstol y evangelista
I Jn 1, 1-4 Lo que contemplamos
Préstame tu voz, silenciosa y solitaria, para contar sus maravillas.
Señor, permite que abramos nuestro ojo interior y recordemos el día en que soplaste la vida en nosotros, que nuestros oídos te oigan y nuestros ojos te vean en los demás. Porque contemplé tu luz en el desierto y me cegó tu luz en las alturas. Desde entonces me das un león para sentarme a su lado, una serpiente para acariciar sus curvas y un oso para atravesar el campo, y siento tu aliento guardando el mío.