Pascua II

21 de abril
Lunes octava de Pascua

Hc 2,14.22-23 Dios lo resucitó

Resucitaste y sigues vivo entre nosotros. Tu vida es mi bien y mi vida. Tú eres el lote de mi heredad y mi copa. Te bendigo, Señor, porque recibo de ti la alegría de mi corazón, ewl gozo de mis entrañas. Tú me enseñas el camino de mi vida, tú eres mi camino, mi verdad, mi vida. Tú me sacias de gozo pascual en tu presencia, cuando te presentas ante mi, en cada momento, resucitado, y me dices: alégrate, no tengas miedo. Desde tu Pascua me envías: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea: allí me verán. Veánte mis ojos, dulce Jesús bueno, veánte mis ojos y muera yo luego.

04.21