Ecos

26 de enero
III Domingo

Is 8, 23-9,3 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande

Ecos de adviento en este tiempo ordinario, para renovar la esperanza a la que somos llamados, el don de tu luz que vence la noche, la claridad de tu presencia que ilumina el mundo con tu resplandor. Aquí estás, luz de luz. En este tiempo, en este espacio. Tan real. En estas oscuridades diarias. En el pájaro que vuela, en el viento que desaparece sin rastro, en el rostro del más cercano, del más necesitado. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz que encierra la realidad, que procede de ti.

01.26