Andrés

30 de noviembre
San Andrés

Salmo 18 El cielo proclama la gloria de Dios

El día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su voz y hasta los límites del orbe, su lenguaje. Así pues la fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. ¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el evangelio con toda la débil fuerza de su ser, con el altavoz de su silencio, con su vida entregada en respuesta a tu llamada!

11.30

Anciano apocalipsis

29 de noviembre
Viernes XXXIV

Dn 7, 2-14 Un anciano se sentó.

Su vestido era blanco, como la nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego. Un río de fuego brotaba ante él. Superas, señor, toda mi capacidad de verte, de comprenderte, de poseerte. Y sin embargo cada vez que se lo hicimos a uno de estos pequeños a ti te lo hacemos.

Véante mis ojos, Dulce Jesús bueno, véante mis ojos y muera yo luego.

11.29

Levantaos

28 de noviembre
Jueves XXIV

Lc 21, 20-28 Levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación

A todos los que viven oprimidos, vejados, ultrajados en su dignidad de seres humanos por la codicia humana, por la idolatría del dinero y del lucro desalmado, a todos los que son esclavizados por el poder del mal, por el egoísmo imperante, por los sistemas económicos que oprimen a la humanidad; a todos los que sufren la guerra de los poderosos, la injusticia de los estados, el hambre de nuestra falta de solidaridad. A todos los que son preferidos de Dios, sin que nosotros los sabemos, la Iglesia tiene que anunciarles el evangelio de la vida: Levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación.

11.28

Bendecid al Señor

27 de noviembre
Miércoles XXXIV

Dn 3 Sol y luna, bendecid al Señor.

Ensalzadlo con himnos por los siglos. Todo ser que aliente, alabe al Señor. Por mi voz, todas las criaturas. A ti, Señor, gloria y alabanza por los siglos. Todos los días te bendeciré, y alzaré las manos invocándote. En el silencio de mi corazón, hazme lo que soy: ser para tu gloria.

11.27

Destrucción

26 de noviembre
Martes XXXIV

Lc 21, 5-11 Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra.

Todo será destruido. Incluso las preguntas: ¿para qué tantos afanes?¿para qué tanto agobio por esto y por lo otro?¿Para qué tanta vanidad y tanta vanagloria?¿para qué tanto poder, tanto prestigio, tanto y tanto de nada?¿Dónde deja la muerte todo lo que soy?¿Cómo recibe la vida el ser de eternidades? ¿qué soy sino polvo y vacío? Porque la contemplarte como tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas.

11.26

La viuda

25 de noviembre
Lunes XXXIV

Lc 21, 1-4 Ha echado todo lo que tenía para vivir

Con totalidad. Con radicalidad. Con desprendimiento. Con generosidad. Con magnanimidad. Sin reservar nada. Confiando en tu Providencia. Con naturalidad. Desapercibida, sencilla, real. La viuda: sabed que esta pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”

11.25

carne tuya

24 de noviembre
Cristo Rey

II Samuel 5, 1-3 Hueso tuyo y carne tuya somos

Somos hijos en el hijo, creados a imagen y semejanza tuya, llamados a ser santos e irreprochables por El en el amor. Llamados a participar de su plenitud. Desde el bautismos ungidos como reyes en Cristo Rey. Y ¿sin somos reyes, por qué andamos en las mazmorras y calabozos de nuestro pecado? ¿Por qué no somos lo que somos, seres capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz? Te lo aseguro, hoy estarás conmigo en el paraíso.

11.24

De vivos

23 de noviembre
Sábado XXXIII

Lc 20, 27-40 No es Dios de muertos sino de vivos

A veces en una semana tu Palabra se repite y me trae hacia la realidad invisible a mis ojos, pero tan cierta como tu presencia alentadora en medio de esta tarde, de la luz serena, del sol que existe siempre, aunque haya niebla, negros nubarrones o cielo raso en la noche. Tú eres un Dios de vida, que existes desde siempre y vives para siempre. Luz sobre toda luz.

11.23

Casa de oración

22 de noviembre
Viernes XXXIII

Lc 19, 45-48 Mi casa es casa de oración

MI cuerpo es casa de oración, en lo más profundo de mi ser habitas y me mueves hacia ti, me buscas y te encuentro, hoy llego como salvación hasta tu casa y me quedo a morar en ti, alégrate y goza con mi presencia, date con gratuidad pues no espero de ti mas que amor gratuito. Bebe del pozo que pongo en ti, y sacia tu sed de ser para lo que has sido creado.

11.22

Goza

21 de noviembre
Nacimiento de la Santísima Virgen

Zc 2, 14-17 Alégrate y goza

Alégrate y goza, hija de Sión, pues yo vengo a habitar en medio de ti, estoy en tu ser, soy ser tuyo y vida de tu vida, comparto tu vida y tu muerte, tu ser y tu vació, tu todo y tu nada, estoy en tu realidad, en las entrañas más íntimas de tu existencia, que tú misma desconoces, estoy siendo en ti salvación, dicha sin ocaso, principio y fin.

11.21